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Agotada la segunda edición del libro RUMBO A LEVANTE, ¡ CRUZAMOS EL ATLÁNTICO! hemos encargado la tercera  que ya tenemos a tu disposición. El precio del libro con gastos de envío incluidos es de 25 euros. Puedes pedirlo enviandonos un e-mail a: bato.caribe @ yahoo.com. Tambien tienes a tu disposición la versión digital pra Kindle en Amazon.

 

En este libro, que he escrito, con la excusa de contar nuestra historía del cruce del Atlántico en la dirección dificil, trato de que los lectores aprendan multiples asuntos relacionados con la navegación, que no vienen en los libros de texto y que son necesarias para disfrutar de la vela en óptimas condiciones.

También servirá de guía para aquellos que piensen emprender la aventura de cruzar el atlántico, dar la vuelta al mundo o en definitiva hacer travesías largas.

El índice del libro es el siguiente:

                      Prólogo............................................................................ 11
                      El Sueño .......................................................................... 13
                      Los preparativos .............................................................. 35
                      San Martín ....................................................................... 55
                      Los primeros días ............................................................ 73
                      Corales en el Caribe......................................................... 83
                      El manatí.......................................................................... 103
                      Borrascas del Atlántico.................................................... 119
                      Nos hundimos.................................................................. 133
                      ¡TIERRAAA! .................................................................... 159
                      En las Azores................................................................... 173
                      Ya estamos en casa ........................................................ 181
                     Temporal a la vista............................................................. 191
                     Llegada a Vigo .................................................................. 211
                     Vigo-Laredo ...................................................................... 221
                     Epílogo.............................................................................. 269
                     Anexos ............................................................................. 273
                    
                     Ha sido calificado por Amazon com el libro mas vendido en su clase en su edición digital, en varios meses.
 
 
                                        LA TRIPULACIÓN DEL LUZULA A SU LLEGADA A VIGO EL 12-6-2010
 
                    

 

GUIA DE NAVEGACIÓN POR EL CARIBE

Tenemos a tu disposición  nuestra última publicación que podemos enviarte en formato PDF al precio de 20 euros, o en libro de tapa blanda por 70 con gastos de envio dentro de España incluidos, que consta de 372 folios, con 134 cartas náuticas, y más de 400 fotografías e ilustraciones. Puedes solicitarla escribiendo a nuestra dirección de : Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla

GUÍA DE NAVEGACIÓN POR EL CARIBE

 

Antillas Mayores, Menores, Bahamas, Turcas y Caicos

Autor: Armando Guilarte Oterino

Capitán de Yate

 

 Fotografía: Natalia de los Ríos

 Ilustraciones: Jorge Ruiz de Gopegui

 

 

INDICE

 

1  El Caribe

2  Climatología

3  Los vientos

4  Huracanes y depresiones tropicales

5  Sus habitantes

6  Problemas

7  Los corales

8  Flora y Fauna

9  Actividades en un velero

10 Como llegar y sus precios

11 Países

12 LAS ANTILLAS y otras islas.

        Anguila

        Antigua y Barbuda

        Aruba

        Bahamas

        Barbados

        Bonaire

        British Virgin Islands

        Cuba

        Curaçao

        Dominica

        Granada y las Granadinas

        Guadalupe

        Haití

        Islas Caimán

        Islas venezolanas

        Jamaica

        Martinica

        Montserrat

        Puerto Rico

        República Dominicana

        Saba

        Saint Barth

        Saint Kits y Nevis

        Saint Martin

        Sint Maarten

        San Eustaquio

       San Vicente y las Granadinas

       Santa Lucía

       Trinidad y Tobago

       Turcas y Caicos

       US Virgin Islands

CAPITULO I                                                                  NO SE INCLUYEN LAS FOTOGRAFÍAS EN ESTA PRUEBA

 

                                   EL CARIBE

El Caribe es, sin ningún género de dudas, el paraíso para los navegantes.

Es difícil transmitir en un texto la belleza que, desde el punto de vista objetivo, ofrecen al visitante sus islas, pueblos, caminos, montañas, volcanes, ríos, selvas, calas, arrecifes de coral, playas, con todas las clases de fauna y flora exuberantes, así como la manera en que cada uno de nosotros va a percibir la forma de ser, de vivir, de bailar o de tocar incansablemente el “djembé” y otros instrumentos de percusión por sus habitantes. Es “necesario” pasar unas cuantas vacaciones por allí para poder apreciar este paraíso que la naturaleza ha creado.

Muchos de nosotros decimos tranquilamente que conocemos el Mediterráneo, sin darnos cuenta de que en realidad, únicamente hemos estado quizás, en no más del 5 % de sus puertos, calas o playas.

Puedo decir, sin temor a equivocarme demasiado, que soy de los españoles que mejor conocen el Caribe. Durante los últimos diez años, mi esposa Natalia y yo, hemos estado navegando en nuestro velero Luzula por allí, entre cuatro y seis meses cada año. Anteriormente estuve cuatro años trabajando en Venezuela, trasladado por el antiguo Banco de Vizcaya y donde compré mi primer velero. Aun así, cada año seguimos descubriendo nuevos y maravillosos rincones.

Hay personas que afirman con rotundidad que conocen muy bien el Caribe, debido a que han estado varias veces en algunos de los hoteles de lujo que existen en Cuba y/o República Dominicana. La realidad, fuera de estas “jaulas de oro”, es completamente diferente.

Diferente, es una palabra complicada en este contexto. No quiere decir ni mejor ni peor. Unos nos sentimos mejor fuera, otros prefieren estar dentro y además es mejor que no salgan, porque no lo disfrutarían.

Por hacernos una ligera idea de las dimensiones generales del Caribe, vamos a hacer una pequeña comparativa con el Mediterráneo, que como veréis son bastante similares:

                                                          CARIBE                     MEDITERRANEO

Extensión en millones de Km2           2,7                                   2,5

Profundidad máxima en Km.              7,7                                   5,1

Nº países ribereños                              17                                    23

Salinidad el agua gr/1000                    36                                    38

 

El Caribe tiene de este a oeste unos 3.000 Km, y de norte a sur 1.600

 

 

A pesar de que la historia no es mi fuerte, opino que hay que repasarla aunque sea de forma somera, para aprender de ella y conocer los orígenes y la cultura de los lugares que vamos a visitar.

Cuando Cristobal Colón arribó en el siglo XV a la isla Hispaniola, se encontró con indios Taínos y Lucayanos que se habían ido retirando hacia el norte huyendo de los indios Caribes. De estos últimos, se dice que eran fieros guerreros, que practicaban la antropofagia y que casi habían terminado con los anteriores habitantes de la zona, los taínos, arawacos, nepoyas y suppoyos. En los siglos posteriores, españoles, portugueses, holandeses, ingleses y franceses, estuvieron luchando por la posesión de estos territorios tanto por medio de sus marinas de guerra, como por la de corsarios, bucaneros y piratas. Uno de los más famosos fue Francis Drake, nombrado Sir por su Majestad Británica y que actualmente da nombre al canal situado al abrigo de las Islas Vírgenes Británicas.

El interés económico que esta región representaba para el mundo civilizado, les hizo sufrir los conflictos siguientes:

Guerra de los Treinta años entre los Países Bajos y España.

Primera, Segunda y Tercera guerra Anglo-Holandesa.

Guerra de los Nueve Años, entre potencias europeas.

Guerra de Sucesión Española.

Guerra de Sucesión Austriaca.

Guerra de los Siete Años.

Revolución estadounidense, con importantes batallas marítimas entre franceses e ingleses.

Revolución francesa.

Guerras de independencia hispanoamericanas.

Guerra Hispano-Estadounidense.

Queda poca historia escrita por los nativos, pero cuenta la leyenda, que los últimos Caribes que quedaban en Grenada, prefirieron arrojarse al mar por un acantilado al norte de la isla, antes de ser capturados como esclavos por las tropas francesas.

Debido a los conflictos armados y a otros avatares políticos, muchas de estas islas fueron cambiando de bandera a lo largo de los siglos.

Cuando los colonizadores llegaron a la conclusión de que ya no había más oro, comenzaron a explotar lo que se daba mejor. Inicialmente fueron las plantaciones de azúcar. Como ya no quedaba mano de obra local, trajeron esclavos africanos, cuya raza ha perdurado hasta nuestros días. En la parte del Caribe continental sí quedaron algunos grupos de indígenas, que fueron mezclándose con españoles y africanos.

En los últimos 50 años, bastantes de las islas que estuvieron bajo el mando de imperios colonialistas, consiguieron independizarse. Sería conveniente que los independentistas que hoy en día tenemos en España, se dieran una vuelta por las Antillas para ver la evolución que han tenido estas islas después de conseguir la ansiada libertad.

No creo que haya más amantes de la libertad que nosotros, los navegantes. Nos gustaría tener al viento por bandera y a la mar como nación. Los sueños y las utopías son preciosas, pero dadas las circunstancias del mundo actual, hasta nosotros precisamos del pabellón de un país importante, para asuntos diversos que no voy a detallar. Eso sí, conviene elegir con cuidado el que más convenga al tipo de navegación que pensemos realizar.

 

CAPITULO II          

 

EL CLIMA DEL CARIBE

La principal característica del Caribe es su climatología. Hicimos nuestros primeros viajes como turistas que alquilaban un velero, durante un mes de agosto, por la sencilla razón de que era cuando podíamos disponer de nuestras vacaciones.

 

Enseguida nos dimos cuenta de que no era la mejor época para disfrutar de este paraíso. Está situado en el hemisferio norte, al igual que España, y  en consecuencia, sus veranos e inviernos transcurren en las mismas fechas que las nuestras. No obstante hay otros factores dignos de tener en cuenta:

1º) Como es lógico, la temperatura del verano es más alta que la del invierno, pero como sus niveles medios son superiores a los que tenemos en España en todos los casos, en verano resultan un tanto agobiantes. Las temperaturas máximas en las Antillas entre enero y mayo oscilan entre los 22 y los 31 grados (C) y de junio a diciembre entre los 25 y los 35 grados centígrados.

Con estas temperaturas, a las que hay que añadir normalmente un alto grado de humedad, la sensación térmica resulta excesiva  en verano, por lo que para vivir cómodamente es conveniente el aire acondicionado. Sin embargo, en los meses de invierno, en un velero navegando o fondeado a la gira, no hace falta el aire acondicionado para nada, ya que la brisa del mar se encarga de que tengamos la temperatura ideal.

Cuando desembarcamos para disfrutar de las playas, de los pueblos, de las selvas tropicales o de las montañas, la percepción de la temperatura, varía notablemente.

En la playa, en bañador, con el agua transparente “a coté” y la cervecita cuando se tercie, siempre estaremos bien.

En los pueblos, entre las casas, y sobre todo en las ciudades, el calor aumenta por lo que como indumentaria, recomendamos utilizar pantalones cortos y camisetas en nuestros recorridos. En algunos de los supermercados en los que realizamos nuestras compras, ponen el aire acondicionado a menos 3.000 grados aproximadamente y hay que tener mucho cuidado de no pillar una pulmonía. Siempre que es razonablemente posible, preferimos utilizar para abastecernos, los mercados al aire libre en los que disfrutamos del contacto directo y la negociación con los vendedores locales.

Cuando decidimos hacer recorridos por los múltiples parajes de selva que encontramos en las islas de origen volcánico, la situación cambia. Si las selvas y/o parques naturales o botánicos están a poca altura sobre el nivel del mar, sigue haciendo calor, pero mitigado por la tupida sombra de los árboles, con lo que nos encontraremos muy a gusto. El único problema es que en estas zonas hay normalmente insectos e incluso algunos bichos reptantes que pudieran picarnos o mordernos, por lo que mi recomendación en estos casos es: calzado cerrado, pantalón largo y camisa de manga larga. Se aguantan bien en este ambiente.

Me parece imprescindible en estos viajes por el Caribe, subir, bien sea en coche o andando, a algunas de las montañas y/o volcanes, origen de las islas. Aquí necesitaremos algo de ropa de abrigo, debido a que las temperaturas descenderán en la cima hasta los 10 grados.

2º) La lluvia en Sevilla es una maravilla, dice el refrán. En el Caribe durante el invierno también.

En nuestro país, clasificamos las épocas del año básicamente en verano e invierno. Como en el Caribe el fenómeno meteorológico más remarcable es la lluvia, allí dividen el año en época seca y  época de lluvias. La primera va de diciembre a julio y la segunda de agosto a noviembre.

Los vientos Alisios arriban hasta el Caribe después de su largo viaje por el Atlántico. Durante el recorrido se van cargando de temperatura y humedad. Al llegar a las islas, el viento asciende, se enfría y la humedad se condensa, formando las nubes que al final descargan su riqueza en forma de agua que riega estas islas y que, en conjunción con la temperatura, hace que la vegetación o las plantaciones crezcan de forma exuberante.

En el Caribe es difícil ver el cielo completamente azul. Siempre tendremos como mínimo, algunas nubecillas blancas, que nos harán la vida más agradable. De vez en cuando podremos disfrutar de algún chubasco, que mientras se mueve con rumbo oeste, como es habitual, veremos claramente cómo se va a cruzar en nuestro camino, según vamos navegando de norte a sur o de sur a norte. Seguramente podremos decidir si lo rodeamos o lo atravesamos. Si lo rodeamos, quizás perdamos algo de tiempo en nuestro viaje pero no nos mojaremos. Nosotros habitualmente, no modificamos nuestro rumbo y antes de meternos bajo la lluvia, tomamos uno o dos rizos en la mayor, enrollamos un poco la génova y nos preparamos para recibir una duchita.

Habitualmente la lluvia es bastante fuerte (los locales denominan palo de agua al chubasco) y además de aclarar las velas, nos permite incluso jabonar la cubierta del barco, al mismo tiempo que nosotros mismos nos duchamos.

Cuando las islas no tienen la altura suficiente, los vientos Alisios, no encuentran obstáculos a su paso y por tanto no se forman las nubes ni se producen las lluvias. Como consecuencia, la flora y la fauna de unas y otras es muy diferente, dando lugar a otra clasificación de las islas: las volcánicas y las coralinas. Como su propio nombre indica, unas existen por la formación en su día de los volcanes, que alcanzan alturas considerables,  y otras deben su formación al crecimiento de los corales, que mueren al llegar a la superficie del agua y en consecuencia, las islas formadas de esta manera, presentan muy poca altura sobre el nivel del mar.

Un ejemplo ilustrativo de la diferente situación, es la isla Guadalupe (volcánica) y el archipiélago de Les Saints (coralinas). La distancia entre ellas es de unas cinco millas, por sus lados más próximos. Nosotros, cuando pasamos por allí, tanto rumbo al norte como hacia el sur, procuramos quedarnos siempre unos días fondeados en “Anse du Bourg” en la isla “Terre de Haut”, la principal del archipiélago de Les Saints. Desde este magnífico fondeadero, vemos la isla Guadalupe coronada  permanentemente  por su “boina” de nubes sobre el volcán extinguido de La Soufrière de 1.467 metros de altitud. En ocasiones, las nubes se cierran tanto, que dejamos de ver la isla y apreciamos con claridad que llueve copiosamente. No en nuestro fondeadero de Les Saints, donde luce un sol espléndido. Por cierto que Guadalupe debe su actual nombre a Cristóbal Colón que desembarcó allí el 4 de noviembre de 1493 y la nombró en conmemoración a la Virgen con el mismo nombre de Cáceres. Hasta entonces, el nombre de la isla había sido “Karukera” que en el idioma de los indios Arawacs significa “Isla de aguas preciosas”.

La Virgen de Guadalupe, a la que Alfonso Xlll otorgó en 1928 el título de Reina de las Españas, es actualmente la patrona de Extremadura.

Otra diferencia significativa entre ambas clases de islas es su arena. Las playas coralinas son más atractivas, con unas arenas blancas que pueden llegar a un cierto tono rosado y que tienen su origen en los corales de los que están formadas y de la erosión de conchas y crustáceos muertos. Además de su belleza, este tipo de arena tiene la ventaja de no calentarse a pesar de estar permanentemente expuesta al sol y por lo que podemos caminar descalzos o tumbarnos sobre ella sin necesidad de la protección de una toalla. En algunos lugares, la arena es tan fina que podemos hacernos, o dejar que alguien nos haga, una suave exfoliación corporal con ella. Las arenas de las playas volcánicas, son más parecidas a las que vemos en España. Aunque originalmente su tono era oscuro procedente de la erosión de las rocas volcánicas, el aporte de los corales, las ha ido aclarando hasta diferentes niveles.

Aunque mis conocimientos de geología son absolutamente nulos, no quiero dejar de mencionar que en esta zona del mundo, hay actividad volcánica y que de vez en cuando se ven fumarolas en alguno de sus múltiples volcanes. La última erupción importante se produjo en 1.997 en la isla de Montserrat, en la que el volcán “Galway’s Soufriere”, extinguido hacía siglos, arrasó con su lava la capital de la isla. Gracias a los vulcanólogos, que habían predicho la erupción, la isla fue desalojada unos meses antes. No sucedió lo mismo en la erupción del “Mont Pelée” en Martinica en 1.902, que casualmente también arrasó la capital, pero llevándose por delante la vida de unas treinta mil personas.

3º) El viento es la seña de identidad del Caribe. El conocimiento adecuado de sus veleidades, hará que disfrutemos de la navegación a vela o del descanso en una cala maravillosa, como en pocos lugares del mundo.

Etc. Etc.

 

EL ARTE DE FONDEAR

Puedes acceder al siguient enlace para ver el video que hemos preparado gratis para ti sobre este tema: https://www.youtube.com/watch?v=CC4M5PXWMrw&t=12s

 

 

 

LAS OFERTAS INDICADAS EN ESTA PÁGINA PARA BARCOS CONCRETOS, SOLO SON VALIDAS MIENTRAS EL BARCO NO ESTÉ ALQUILADO